Sí, hoy es veinte, veinte de Abril.
No tengo idea cuando voy a dejar de sumarle todos los veintes, un mes al 20 de febrero. Dije ya muchas cosas respectivas a mis sentimientos, sea por un pasado (no tan pasado) o simplemente mias. Hoy se hacen 2 meses. Dos meses de (sin querer sonar dramática) de una restricción a lo que a mi respecta, de lo que me completaba. Lo que realmente había cambiado mi forma de pensar, mi forma de querer a los demás y quererme a mí misma. Hace dos meses que puedo observar como completas a otra persona y como a mi, me incompletas cada vez más. Todos los veintes el pasado se me hace tan presente. Pero inaceptablemente, siempre una canción logra erizarme el cuerpo. Dos meses de lo que más sentí en mi vida, de sentir un vacio intolerable y recién ahora (quizás) posible de llenar. Me ganan los miles de recuerdos, de imagenes, de palabras y textos y me abaten. Se me estremece el cuerpo y me supera mi propia alma. No puedo parar de llorar. Acepto que hacía varios días que no lo hacía, pero siempre es con la misma nostalgia. Extrañarte, necesitarte, aún am*rt#. Sentirte, mirarte, cruzarte, querer solo abrazarte. Hablarte, y al mismo tiempo evitarte. Querer olvidarte y dejarte inerte en mi mente. Dos meses de nada.
Dos meses vacía. Dos, dos, solo dos, y se me hacen una eternidad. Una eternidad que sufro. Una
eternidad que ya sufrí y no quería volver a verla jamás. Una eternidad ganadora de mis ánimos,
de mis alegrías, de mis sonrisas, de mi cuerpo. Es simplemente una eternidad. Se sienten años de no estar más. Lo siento pesado, lo siento lejando, lo siento. Son dos meses.
Dos meses vacía. Dos, dos, solo dos, y se me hacen una eternidad. Una eternidad que sufro. Una
eternidad que ya sufrí y no quería volver a verla jamás. Una eternidad ganadora de mis ánimos,
de mis alegrías, de mis sonrisas, de mi cuerpo. Es simplemente una eternidad. Se sienten años de no estar más. Lo siento pesado, lo siento lejando, lo siento. Son dos meses.
Pensemos en el número dos como personas. Hace 2 meses que comenzamos a ser justamente dos. Abandonamos al único ser que habíamos logrado formar. Casi los mismos sentimientos. Eramos uno. Ahora sos vos, y ahora soy yo. Hace dos meses matamos un nosotros, lleno de tanto y vacío de poco.