Es domingo. Y de verdad no tengo ganas de hacer nada productivo por mi vida. Hoy es un día para hecharlo a perder. Tengo que ir al colegio mañana con un ensayo de 20 renglones sobre la discriminación bajo el brazo y en mi mente tener estudiadas 8 insignificantes carillas de ambientes templados, fríos y subtropicales. No puedo hacerlo, no tengo ganas y mucho menos ánimos. Este otoño difinitivamente me está asfixiando de a poco. Me he sentido mucho peor y he tenido domingos muchos más depresivos que el de hoy. Pero es este día, este clima el que no me incentiva a nada, solo a perderme en mi misma, colgarme, comerme las uñas, escuchar música depresiva, comer cosas dulces y no poder hacer n a d a.
Hoy debería ser, como buen domingo, ese día donde estás bien des-cansado, así empiezas la semana con todo. Pero descubro que estoy más cansada que de costumbre. Y no se, no me he movido de mi casa en toda la tarde, pero me han estado estorbando cosas en la mente que me agotan. Es domingo, y te extraño.