Y otra vez me pasa lo mismo que el fin de semana pasado. Tengo un buen y loco viernes. Su presencia no me afectaba, pero solo es hasta que se pasa el disfraz que uno usa cuando va a salir a divertirse. Eras las 7 am. y yo me acostaba. El hecho de no haber dormido durante 24 hs. me llevó a levantarme nuevamente a las 16hs. Al levantarme, lógicamente hacía frío, estaba nublado y mis viejos salían. Me apabullaron con planes y no se qué y me pusieron de mal humor debido a que recién me levantaba. Al fin se fueron, me active para ir a la computadora a distraerme. Nuevamente su presencia en el msn, hablando nuevamente con él (de nada, como siempre). Ceso la conversación y no sentía nada (nada de esperanzas). A pesar de esa misma madrugada haber recibido abrazos de su parte, abrigándome. Solos afuera de una estación de servicio, con solo un abrazo pudo abrigarme cada sector frío de mi pequeño cuerpo. Esos abrazos acojedores, grandes y que siento. Eras las 17:30hs. y hacía frío. A pesar de ello, salí a mi terraza a fumar. A prestar atención a cada negatividad que ocurría. Al cielo, al clima, a mi cigarrillo, que se iba consumiendo sin parar. Comencé a compararlo con mi misma o con nuestra línea de tiempo. Se consumía y caía su ceniza gris, y con el viento, desaparecía al igual que el humo. Pensé, imaginé y suspiré, volé y lloré, me enfrié, me desolé, me abandoné y me perdí, todo en tan en solo el tiempo de fumar un cigarrillo. Al entrar nuevamente a mi habitación, me desvestí, y automáticamente, estaba bañándome. Sintiendo y observando aún más negatividades. El agua que corría, podía llevarse mi llanto, pero aún así, no me renovaba energías sino, se llevaba las pocas que aún tenía guardadas. Salí, me sequé y me abrigué un segundo con el toallón. Me senté, llevé mis rodillas a apretarlas con mi pecho. El toallón secó mi cara. Volví a llorar y sin saber porqué. No tenía motivos. Ah si, uno. Lo extraño. Lo escribo y vuelvo a llorar. Lo escribo y solo aquí. No puedo hacérselo saber, aunque ya lo tiene asumido. Solo 5 minutos, solo eso y terminé de llorar. Me levanté y me cambié. Vacía, pero limpia. Estoy triste, pero no por pensar. Sino por lo que quedó, la herida que volví a abrir. Y que tercamente, no se como cerrar.
Te morías por volver con la frente marchita, cantaba Gardel
(Adivinaste Gardel)
Perfil.
- Lucie
- Sí, Lucía es singular. Pero no te das una idea la cantidad de Lucías que vas a encontrar acá ! Bienvenidos.